29 de enero de 2010

El dolor ajeno

Qué tristeza ver gente sufrir, y no poder ayudarles, eso es algo que me frustra enormemente.
Hace más de un año que trabajo en un hospital de niños, como administrativa en el área de Recaudación. Mi oficina está ubicada en un pasillo que da al Policlínico de Oncología.
Cada día veo el sufrimiento de las madres resignadas a las enfermedades de sus hijos, a los que les queda tantas cosas por vivir, pero lamentablemete a varios de ellos, poco tiempo. Bueno, mi único consuelo es decir:"son angelitos que que no pertenecen a este mundo".
Me he encariñado con varios de ellos. Como El Piero, por ejemplo, creo que tiene 6 años, tiene una hermanita de 3 años y siempre solía verlos con la mamá, hora eternas acá. El piero es muy peluzón, llega a ser hasta maldadoso, de echo mis compañeros de trabajo no lo quieren mucho. El tenía un tumor en el ojo, llamado Retinoblastoma. gracias al tratamiento ahora esta bien, pero sin su ojito, le creció su pelito y con verle la cara se nota que esta más sano. La quimioterapia los devasta, a veces los veo pasar agotados y cansados de luchar. Algunos son tan pequeños y están acá desde los meses de vida, pensarán que esto es una vida normal, o solamente se resignan a vivir una vida de sufrimiento y supervivencias.
Varios meses dejé de ver al Piero, su mamá me dijo que estaba bien y que podia hacer una vida normal, cediéndole su cupo a un niño que lo necesitará más. Me dijo que se irián a vivir a Cerro Navia, porque durante el tratamiento vivían en un hogar que les mantienen el voluntariado de las damas de Café, que queda muy cerca de mi casa.
Con la Noticia yo me pusé muy contenta, de saber que estaba relativamente sano, que podía hacer una vida medianamente normal. Sin embargo, ha vuelto a venir, pero sin su mamá, ahora viene con el papá (que yo pensé que no tenía), el cuál, según la mamá "apareció ahora, que esta sano" me dijo. El desgraciado se lo quitó con la ley, denunciando a la madre de maltrato físico y sicológico. Se me partió el alma cuando supe esta noticia. Pero yo no soy nadie para juzgar, yo conosco solo lo que veo. Lo único que deseo es que el Piero este bien y feliz, aunque ultimamente se ha piesto ingrato, no ha venido a verme.

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